Parece que la presentadora tenía razones para tal enfado. Y es que, aunque Gran Hermano es un programa que va ganando expectación semana tras semana, lo cierto es que el veterano concurso ha empezado a mostrar algún signo de debilidad. De hecho, algún directivo de la cadena ya ha mostrado cierta preocupación por estos síntomas.
El primero de ellos era el día de su estreno. Como ya había pronosticado la propia presentadora, la gran final de Tu cara me suena arrolló al reality haciendo que marcara el estreno con peor audiencia de su historia (19,3% y 3.061.000 espectadores) y demostrando que GH no tenía la suficiente fortaleza como para batir a otro todopoderoso de la televisión.
Dos días después, el reality superó a Luna, el misterio de Calenda, pero no consiguió despegar. De hecho, aunque aumentó su share, perdió casi medio millón de espectadores (19,9% y 2.673.000 espectadores).Tampoco fue mejor al siguiente lunes cuando volvió a perder espectadores y share (18% y 2.474.000 espectadores).
La siguiente prueba de fuego la tenía este lunes pasado al enfrentarse al especial solidario de Tu cara me suena. Nuevamente su fortaleza quedó en entredicho después de anotar un 16,5% y 2.334.000 espectadores, cinco puntos y medio millón de espectadores menos que el talent de Antena 3.
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